Capítulo 1: La Universidad
Itziar Arregui Matia
Capítulo 1: La universidad.
-Por última vez Deyanira ¿En qué año subió Hitler al poder?
Suspiré y eche la mirada hacía arriba. Nege con la cabeza intentando no pensar en el mal rato que estaba pasando.
-¿Eres consciente de que si no contestas una respuesta tan simple como esa, no te puedo aprobar?
-Lo sé, Profesora Song.
-Deyanira, este es tú último año en La universidad ¿Dónde crees que te van a coger con unas notas tan bajas?
-No lo sé, Profesora Song.
Me miró suspiro y negó con la cabeza.
-Puedes marchare Deyanira.
-Gracias, Profesora Song
Odiaba tener que diriguirme a los profesores son esos dos sustantivos durante todo el rato; pero esas eran las normas en "La universidad". Salí de el aula intentando no pensar en que iba a ser de mi fúturo; todo lo que era, para lo que me habían criado, era ser del Clan, y si no pasaba las pruebas finales del Clan ¿Cómo iba a ser alguien? ¿Como me iban a tratar en el Clan? Ya me habían advertido años atrás que los que no tenían suficiente nota en vez de ir de misiones, o hacer cosas más útiles, servían a la universidad en puestos basicos para los que no hacía falta ni ser del Clan: Cocinera. 18 años estudiando para ser cocinera. Ese era mi fúturo.
Sí intentaba mirad dentro de mi y preguntarme si me arrepentía de que mi absuluto pasotismo en cuanto a la universidad me había deparado un fúturo nada prometedor me daba cuenta de que no, no me arrepentía. Cada paso que daba en aquel lugar me hacía darme cuenta más de lo desgraciados que eramos; nacimos diferentes al resto, y por lo tanto en vez de ir a un colegio de primaria como hacía la gente normal y haber estudiado y eleguido que estudiar, nos habían dado una plaza en este centro de estudios obligatorio para gente como nosotros; Gente del clan. Yo quería ser periodista, pero no pude eleguir, no pude hacer la selectividad, en vez de eso, desde niña me llevarón a un lugar que me aseguraba un futuro; un futuro que sirviese al Clan. Años y años encerrada en una prisión llamada "La universidad" con el único fin de estudiar. Aquí no tenemos fines de semana libres, ni excursiones, no vemos películas que no sean estrictamente del temario, y no jugamos a videojuegos ni tenemos cuentas de twitter o facebook. Aquí de vez en cuando los profesores nos hacen actividades de "día libre" que consisten en hacer lo mismo que hacemos siempre pero de una forma más supuestamente "amena". Mascaradas venecianas donde debemos comportarnos como en la época, simulacros de apocalipsis o de invasiones alienigenas, y otras muchas actividades en las que me las he pasado sentada en un arbol, a salvo, mientras los demás luchaban cuerpo a cuerpo por salir vivos de aquella situación.
-¡Deyanira! ¿¡Y qué vas a hacer cuando pase de verdad?! ¿Sentarte en un arbol también? ¡Somos del clan, cuando seamos adultos este será nuestro día a día!-me repetía una y otra vez Emma, mi mejor amiga, la cual es la alumna más prodigiosa del Clan Mercurio.
-Correr es una buena solución.
-Como un cobarde.
Quizás eso era yo, una cobarde con miedo al fúturo, a lo que pudiera pasar y a entregarme mi cuerpo y alma a un lugar que me había exclavizado durante años.
Torcí por el pasillo intentando ignorar a mi conciencia, la cual estaba un poco más activa de lo normal, y tras dejar varias clases llena de gente de otros clanes esperando a su momento para el examen yo me dirigui al patio central que era donde tenía la siguiente prueba; pilotar una nave.
Una de las principales cosas a las que se dedican mi clan es a preservar el futuro, el pasado, el presente y en definitiva viajar por el tiempo y el espacio; resolver misterios, ahorrar conflictos entre planetas, luchar guerras de sitios que nisiquiera sé donde estan... El clan mercurio es solo un engranaje de una maquina entera; todos somos clanes, y cada clan se dedica a algo. El Clan de Minerva a la investigación, el de Marte a la lucha, el de Jupiter a gobernar... Incluso tenemos clanes estupidos como el de Ceves que se dedica a cuidar la agricultara o el de Baco que se dedica a montar fiestas y obras de teatro. Cuando entras en la universidad, hasta los doce años estudias lo mismo que los demás, entonces te hacen una pequeña prueba de actitud donde deciden que es lo mejor para tí; a mi me mandaron al Clan Mercurio; los viajes, sobretodo los viajes en el tiempo. Por ello lo primero que nos enseñan en el clan es a pilotar una nave espacial.
-Nombre-me preguntan antes de entrar en el area de aterrizaje.
-Deyanira Nike Smith
-Pista cinco nave tres- me entrega una tarjeta de identificación que tengo que pasar por el control antes de entrar al lugar.
Lo primero que tengo que hacer nada más entrar en la base es ir a los vestuarios; que se encuentran en el edificio principal. Ahí, nada más poner tu tarjeta en una maquina, se transporta tu traje espacial perfectamente ordenado y listo para usar.
Entro en los vestuarios y con paciencia me pongo cada pieza del traje, dejandome el casco fuera. Después, salgo a las pistas de aterrizaje y busco la cinco. Cuando llego a la nave que me han asignado me encuentro una sorpresa bastante desagradable: Matt.
-Dey, ¿Vienes a ver como explota la nave contigo dentro? No te deberían dejar pilotar una nave cuando has suspendido fisica.
-Oh, callate. Si fuera por mi estaría durmiendo tan tranquila en mi dormitorio, me obligan a hacer esta prueba tanto como a ti.
-Vas a estrellarte contra la universidad a posta ¿verdad?
-¡Podrías no meterte en lo que haga en mi examén!
-Matt Pond Adonis tu turno; fecha: 11 de Julio de 1789. Lugar: Francia. Concepto: Revolución francesa; tendrás que traer un gorro frigio con cuidado de no ser descubierto ni de perturvar el ordén. Recuerda activar el camuflaje. Aquí tienes la tarjeta de coordenadas para asegurarnos de que no coincidas con ningúna otra persona que se este examinando.
-De acuerdo-Matt dirigió sus ojos verdes hacía a mi:- Nos vemos cuando vuelva de la révolution française.
Esa es otra de las cosas que nos enseñan en clase y que nunca he aprendido: idiomas. ¿Para qué? Poseemos desde el día en el que ingresamos en la universidad una especie de chip en el cerebro que traduce todos los idiomas: desde griego arcaico hasta Venario (el idioma que hablan en Venus)
-Deyanira Nike Smith tu turno; fecha: 5 de Agosto del año 3102 lugar: Georgia, los Estados Unidos; Atentado contra el rey de la raza Ontes
-¡¿La raza Ontes?! ¿Con la de razas que han vivido en la tierra y quieres que me acuerde de la raza Ontes? ¡No es justo! ¡A él le habéis dado la revolución francesa!
-Señorita Nike, nuestras misiones son completamente al azar; si usted no ha estudiado lo suficiente como para saber que hizo por la humanidad la raza Ontes no es mi problema. Y ahora.-me quede en silencio y baje la mirada- Debe de traer como prueba de que ha estado ahí una flor del Namasor que solo crecen en los lugares en los que vive esta raza. Aquí teine la tarjeta de coordenadas, tenga cuidado con el camuflaje y con ser descubierta.
Indignada me subí a la nave y me puse el casco; era bastante pequeña, un cohete con espacio solo para una persona y un pequeño armario con provisiones de todo tipo incluyendo la capsula de Morfeo, que permitía rellenar toda la energía gastada en un día sin necesidad de dormir. Me senté en el sillón, lleno de palancas pero al menos bastante comodo y empece a encender todos los botones y a estabilizar la nave; bien, iba bien. Fácil, lo has hecho miles de veces. Pero nunca sola.
La interfaz de voz me habló y dijo:
10 segundos para el despege, por favor, indique la fecha y lugar exactos en el motor temporal.
Me dí la vuelta intentando buscar el motor temporal pero no lo encontre. Ese es el fallo más tipico de los viajes en el tiempo; no encontrar el motor temporal. Las naves de este tipo se tienen que estabilizar antes de que puedas escribir nada en el motor, por ello solamente tienes los diez segundos restantes a su estabilización para escribir tu deseo. Tranquila, busca, Tranquila. Pero empece a desesperarme y a entrarme el pánico.
4, 3, 2
¡Lo encontré!; puse rapidamente una fecha y un lugar sin reparar en ellos pues no me daba tiempo ha escribir lo que me dijo el Profesor y de hecho se me había olvidado. Sí no hubiera encontrado el motor hubiera podido quedar atrapada en una espiral temporal hasta que un profesor se hubiera dado cuenta de mi problema y me hubiera salvado. Eso seguramente sería mi expulsión definitiva de la universidad...
Cuando pude respirar tranquila recorde que no había puesto la tarjeta de coordenadas, aunque daba igual dado que ahora iba a otro lugar. La nave se encargaría por mi de hacer otra tarjeta de coordenadas. Miré al motor para ver a que año me diriguía : Junio de 1940; Gran Betraña. 1940... ¿De que me suena 1940?
-Interfaz, acceder a archivos de Junio de 1940.
¿Contraseña?
-¿Qué? ¿¡Como que contraseña!? ¡Archivos de 1940! ¡Ya!
Acceso no permitido. personal no autorizado.
-¡¿Qué?!
El ordenador había sido bloqueado para que obviamente no pudieramos copiar en el examén. ¿Dónde iba y... que iba a hacer?. La nave solo estaba programada para dos viajes en el tiempo; uno de ida y otro de vuelta. Por lo que lo más lógico y lo que nos recomiendan hacer en estos casos es que nada más despegar en el lugar, volvamos al lugar preciso del examen y no nos movamos de la nave.
¿Qué si iba a hacer caso? No.