Los últimos rayos
élodie Côté
Los últimos rayos de luz rozaron mi epidermis. Desfilaba con pena. Disimulándome bajo una sonrisa fija. En aquella época que precedió el óbito de la segunda república española, aún no sabía que mis próximos días iban a desvanecerse en la penumbra. Observaba detenidamente el cortejo, completamente vestido de aflicción. Ante la impotencia generalizada, sólo se derramaron lágrimas. Ya había corrido demasiada sangre.
Mi corazón palpitaba sin parangón al acercarme lentamente a su lecho de muerte. Por primera vez, debí enfrentarme a una sonrisa; sin alma. Una sonrisa sumamente serena. Ella misma se confundía con un semblante maquillado. Escondía veinte años de soledad. Sin embargo, contemplaba su cuerpo endeble, cubierto con una manta blanca. A pesar de ello, podía adivinar el estandarte italiano. Sublimaba el interior del bolsillo de su traje oscuro. Una bufanda haciendo honor a su equipo de fútbol favorito, ponía su cuello todavía liso, al amparo de todo corriente de aire. No tuve el ánimo para abrazarle. Por eso, lo hice de lejos, y un beso aterrizó hasta su ser yacente. Temblando de la cabeza a los pies, salí del antro del descanso eterno. Un descanso sin fin, tras la caída del patriarca.
Cayó bajo la hoja de una navaja de muelle, mientras iba cayendo la dictadura de Miguel Primo de Rivera. El motivo del crimen no queda claro. Pero el motivo de tantas lágrimas, resuena en lo más hondo de mi ser.